10 abril 2007

alain y el genio

“J'ai lu les lettres de Michel-Ange, et je conseille de les lire. Vous croirez entrer dans un chantier de maçon. Il est clair que cet homme merveilleux ne pensait jamais au beau. Il entreprenait une œuvre, et puis une autre. Son grand souci était d'avoir des marbres et d'avoir de l'argent pour payer les carriers, les bateliers, les charretiers. Il ne dit jamais: «J'espère que je serai bien inspiré», mais il dit: «J'espère que j'aurai des matériaux et du temps. J'espère qu'un pape nouveau suivra les projets de son prédécesseur.» Il n'est question que de longs et difficiles travaux, mais nulle part de perfection à réaliser, ni de sentiment à exprimer. Le ton est d'un homme dur, qui a des soucis, qui a des maîtres difficiles, qui fait son métier. Sans retour sur soi, sans aucune pensée de gloire; je ne crois pas qu'aucun artiste ait été plus caché à lui-même. Il faudrait aller jusqu'à dire qu'en un tel homme le génie n'était absolument pas autre chose que le savoir faire, et qu'il ne voyait jamais qu'une faute de métier dans une faute de goût. Bach aurait dit de même, d'un mauvais musicien: «Il ne sait pas son métier.» Cette vue est propre au génie.” (Alain, "L’artiste et le métier", propos del 20 de agosto de 1926, recogido en Préliminaires à l’esthétique, 1939)

Leyendo su correspondecia, resulta claro que Miguel Ángel no pensaba nunca en algo tan abstacto como la belleza. Emprendía un proyecto tras otro. Sólo pedía materiales y tiempo para realizar sus obras y no estaba pendiente de si venía a visitarle o no la inspiración. Largos y difíciles esfuerzos, sin preocuparse de la perfección ni de expresar ningún sentimiento. En él, el genio consiste en saber hacer lo que uno se propone. Seguro que veía el mal gusto como una falta de oficio. Alain piensa, y le damos la razón, que Bach habría dicho lo mismo de un mal músico: “Éste no conoce su oficio”. Y es que el genio es genio porque, entre otras cosas y de la forma que sea, conoce su oficio; luego, sólo tiene que ponerse manos a la obra y dar de lado lo accesorio, es decir, esas estupideces de procedimiento que tanto preocupan a los demás mortales.

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Esta cita es engañosa. ¿El autor se sorprende de que estos dos artistas no hablen de su inspiración ni de su genio? Eran buenos tiempos los del Renacimiento y el Barroco: todavía no hacía falta alardear de lo obvio, como un Picasso o un Wagner. Los genios, al menos Bach y Miguel Angel, sabían que su obra se basaba en el trabajo, pero que necesitaba algo más.

El tema es tan interesante como imposible de dilucidar en un párrafo. Genio y trabajo, inspiración y oficio: tanto Miguel Angel como Bach compartían la misma obsesión por el trabajo. "Si la gente supiera qué duro es llegar a la maestría, no les parecería tan maravilloso", escribió Miguel Angel; y Bach (cuya personalidad tan mal conocemos) dijo: "Me obligaron a trabajar duramente. Cualquiera que trabaje como yo, podrá alcanzar los mismos resultados".

Pero el trabajo no basta. Miguel Angel se sabía tocado por la gloria y excelso en imitar la naturaleza, pero era consciente de que su especialidad venía sencillamente de que "Dios le había elegido para trabajar para Él"; ¿y Bach? "Mi música es una armonía en honor de Dios que, además, refresca el alma del hombre".

Oficio, por supuesto, pero mucho más. Eso lo sabe cualquiera que escuche la Pasión según San Mateo o pierda la mirada en la Capilla Sixtina. Ellos tamibén lo sabían, aunque prefirieran no escribirlo ni decirlo con palabras. Hay cosas que se expresan de otro modo.

10 abril, 2007  
Anonymous Anónimo said...

Impecable tu argumentación, Boscán. ¿Cómo no estar de acuerdo con lo que dices? Creo que lo que quiere subrayar Alain es, precisamente, esa consciencia de la propia maestría que tienen los genios y que les hace afrontar con plena seguridad la obra. Trabajo y mucho más, desde luego; pero parten de tal dominio del oficio que éste nunca se interpone entre la voluntad y el objetivo. En otro orden de cosas, las dos citas en las que Miguel Ángel y Bach hablan de Dios, ayudan a comprender qué era el arte y en qué se ha convertido.

10 abril, 2007  

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